Noche de San Juan
en torno al fuego
¡cada uno ocupa su sitio!
martes, 28 de junio de 2011
domingo, 26 de junio de 2011
Miscelánea
Dadnos , Señor
un cobertizo de sombra y de luna
para cantar.
Y una vereda de luciérnagas
en las huertas fértiles
de tu reino.
Aquilino Iglesias Alvariño
Aunque mis ojos
ya no puedan ver ese puro destello,
que me deslumbraba.
Aunque ya nada pueda devolver la hora
del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no me afligiré.
Porque la belleza
siempre perdura en el recuerdo.
William Wordsworth
Inglaterra, 1770-1850
Soy un viajero y un
navegante, y cada día
descubro una nueva
región de mi alma.
Khalil Gibran.
Buenos días, amor
BUENOS DÍAS, AMOR
¡Qué difícil entender tu clara lectura
en estas líneas torcidas!
¡Qué difícil entender que son tus pasos
los que danzan esta tristeza!
¡Qué difícil verte en el espejo del dolor
en que me miro!
¡Qué difícil a veces decirte:
buenos días, amor,
hoy también estás conmigo.
¡Qué difícil entender tu clara lectura
en estas líneas torcidas!
¡Qué difícil entender que son tus pasos
los que danzan esta tristeza!
¡Qué difícil verte en el espejo del dolor
en que me miro!
¡Qué difícil a veces decirte:
buenos días, amor,
hoy también estás conmigo.
viernes, 17 de junio de 2011
NUESTRA NUEVA TIERRA: LA VUELTA
NUESTRA NUEVA TIERRA: LA VUELTA
De nuevo mis pies pisan el asfalto,
octubres malvas al fondo de la avenida central.
Los coches ronronean su canción de siempre,
duermen ya en el armario mis botas de caminante
y mi sangre reposa.
El viento, incesante viento,
arremolina mis cabellos y las hojas.
En un de aquí para allá,
la vieja de siete faldas
cruza y descruza por delante de mi casa.
El ascensor me lleva al noveno piso,
tras la cena doy las gracias a tus manos
y mis cazuelas.
Humean las fábricas
y por la ventana del norte entra el frescor, el griterío y los golpes metálicos;
callado pasa el río.
Me acuesto y mientras el sueño llega,
llegas y me abrazas
y en un susurro me dices:
éste es el jardín
fiel amado mío.
De nuevo mis pies pisan el asfalto,
octubres malvas al fondo de la avenida central.
Los coches ronronean su canción de siempre,
duermen ya en el armario mis botas de caminante
y mi sangre reposa.
El viento, incesante viento,
arremolina mis cabellos y las hojas.
En un de aquí para allá,
la vieja de siete faldas
cruza y descruza por delante de mi casa.
El ascensor me lleva al noveno piso,
tras la cena doy las gracias a tus manos
y mis cazuelas.
Humean las fábricas
y por la ventana del norte entra el frescor, el griterío y los golpes metálicos;
callado pasa el río.
Me acuesto y mientras el sueño llega,
llegas y me abrazas
y en un susurro me dices:
éste es el jardín
fiel amado mío.
jueves, 9 de junio de 2011
VIAJEROS DE LA CIUDAD DEL ALBA
VIAJEROS DE LA CIUDAD DEL ALBA
¿Qué es el tiempo o la distancia?
Apenas un juego en este viaje
que no tiene horas ni kilómetros.
Siempre vamos hacia el mismo lugar,
el centro eres tú misma,
como en sí mismo el cauce
que curva el destino bajo los sauces
es el río.
y siempre la misma búsqueda
-el peso del mundo es amor-
la que nos hace intuir
largamente tendidos sobre la playa
que a pesar del fragor de las olas
hay corazones que laten
en el vuelo emplumado de las gaviotas.
¿Qué es el tiempo o la distancia?
Apenas un juego en este viaje
que no tiene horas ni kilómetros.
Siempre vamos hacia el mismo lugar,
el centro eres tú misma,
como en sí mismo el cauce
que curva el destino bajo los sauces
es el río.
y siempre la misma búsqueda
-el peso del mundo es amor-
la que nos hace intuir
largamente tendidos sobre la playa
que a pesar del fragor de las olas
hay corazones que laten
en el vuelo emplumado de las gaviotas.
Galopas
GALOPAS TODA LA NOCHE
Galopas toda la noche
caballo de tus palabras
y en silencio
la belleza viste tus labios.
Galopas toda la noche
caballo de tus palabras
y en silencio
la belleza viste tus labios.
DE MAÑANA
DE MAÑANA
Beso la transparencia del aire,
beso el viento y le doy tu nombre.
Como tú se llama la niebla
entre los pinos
y su humedad en mis labios.
Como tú la llovizna, los castaños
y esta levedad,
esta encarnada levedad sin nombre
en todo lo que me rodea.
Beso la transparencia del aire,
beso el viento y le doy tu nombre.
Como tú se llama la niebla
entre los pinos
y su humedad en mis labios.
Como tú la llovizna, los castaños
y esta levedad,
esta encarnada levedad sin nombre
en todo lo que me rodea.
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