viernes, 27 de febrero de 2009

Un paseo por Londres con Miquel Martí i Pol


XII

Es cierto
que uno puede vivir retirado tranquilamente
en sus cuarteles de invierno
reposando plácidamente
tumbado en la nueva hamaca
bajo los nogales mientras escucha el sonido
del viento en los bambúes
y las hortensias
y saborea plácidamente una cerveza
en la amplia relatividad
del ser y la nada.

Todo ello es cierto,
pero inevitablemente
la gran ciudad en sus lejos,
galopa en nuestras sangres:
los marginados, los tirados en la acera,
los negros que gritan desgajados de su tierra,
las últimas novedades,
los últimos encuentros de los vagabundos
en la basura,
de las vanguardias...

Todo ello y aún más,
todos ellos ,
llegan a perturbar nuestros sentidos;
ya pesar de la bondad
del vino blanco y la dulzura
de la tarde del verano
nos golpean
y no sé de qué forma,
pero sé,
que ya no es lo mismo la vida
y que nuestros pulsos
están turbados.
(De "Londres -con M.M. i P-" , Antonio Arana)

jueves, 26 de febrero de 2009

Sino


Ser No ser
Sí No.

Cristal y azogue
conviven en el espejo:

Sino.


(
De "Mi vida como perro ausente" , Antonio Arana)

Narcisos II



Siempre los narcisos, han estado muy relacionados con mi vida.

Acostumbramos a visitar Velate cuando florecen los narcisos,
a veces unos tímidos, otras praderas llenas,
pero ante la variabilidad de climas y condiciones,
decidimos traernos unos a casa para que nos avisaran de sus ritmos,
son éstos.

Que podáis también gozarlos.

Narcisos



A pesar del dolor de estos meses,
los narcisos como todos los años,
florecen.

De "La única estación" Antonio Arana Soto

miércoles, 25 de febrero de 2009

Nieve

Ayer pudimos gozar de la nieve
bajo muchas formas y condiciones.

Recordaba el poema que escribió Tomás
de Arre, el día que cayó la primera nevada.

Ha nevado
y la espina florecida
es un brillo de sonrisa.

Tomás de Arre

lunes, 23 de febrero de 2009

Hoy de pocas cosas

Este título es un homenaje al poeta José Mari Hernández Larrea.

Hace referencia a esos días en que lo cotidiano,
lo diario se hacía poesía en sus manos.

En la corriente de barro:
un pétalo.