X
Cada mañana mirlos y petirrojos me acompañan. XI Agachada, la vendedora del mercadillo ofrece una amplia sonrisa al discapacitado que insistentemente le mira los senos.
X
Cada mañana mirlos y petirrojos me acompañan. XI Agachada, la vendedora del mercadillo ofrece una amplia sonrisa al discapacitado que insistentemente le mira los senos.