En la anterior entrada, en que los caminos nos inventaban, "apareció" el Buda del Tsunami.
Cuando el Tsunami de Sri Lanka, un practicante del dojo que pertenecía a una ONG, fue a trabajar allí, siguiendo estas "direcciones" del corazón y lo encontró en la playa.
Su tono ha ido cambiando con los días.
"Sin el amor a la tierra
que nos da cobijo,
la soledad
es
desolación"
Don Juan
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